Propósito

El “bono” de trabajo surge para suplir de una manera fácil y cómoda la necesidad, a veces desconocida, de disponer de un técnico que nos asesore y defienda de las malas prácticas constructivas, delegar los problemas que surgen sobre un técnico que pueda prescribir la mejor solución a cada caso, velando por nuestro dinero y la calidad de los trabajos. Debería ser obligatorio la intervención de un técnico en todo proceso de obra, pero por desgracia, no lo es y ello conlleva multitud de problemas que convierten una experiencia maravillosa en una pesadilla.

De la misma manera, también pretende ayudar a aquellas empresas, que necesitando el apoyo de un técnico para múltiples tareas de su día a día, no puede permitirse el lujo de tenerlo contratado (si no lo tienes ocupado 160 horas al mes, estás perdiendo dinero). Con los “bonos”, sólo pagas las horas que realmente necesitas